Tenia varios hijos, a uno de ellos lo metieron preso injustamente.
Con el corazón dolorido, y mucho temor por lo que pudiera pasar, le hizo una promesa
A
La promesa era ir a su ermita a Fregenal , caminando con una docena de garbanzos en cada zapato.
Cojió a su borriquita y a su hija, y se fueron para Fregenal, ella caminando con los garbanzos en los zapatos. Cuando habían recorrido alguna distancia, Maria ya no podía mas, los píes le sangraban y tenía que subir a burro, con la pena de no haber podido cumplir su promesa.
Así lo intentó varias veces, pero siempre le sucedía lo mismo.
Desesperada, se fue a hablar con el cura, y le contó su historia y que estaba angustiada por no poder cumplir con su promesa.
El cura comprendiéndola le dijo; hija cuando hiciste la promesa le dijiste a
Cuantos garbanzos pondrías en cada zapato?, ella contestó que una docena.
El cura le dijo, ; y le dijiste si tenían que ser crudos?. Ella respondió que nó
El cura contesto, ; hay tienes la solución ,cuece los garbanzos y te los pones el los zapatos.
Maria vio el “ cielo abierto”, coció los garbanzos se los puso en los zapatos, y fue feliz por que pudo ver cumplida su promesa.